Sí, ya lo sé. WIFI, exactamente WIFI no es. Pero algo tenía que poner en el título para llamar tu atención. Y si lo hago es porque creo que merece la pena que me dediques un momento. Desde un tiempo a esta parte, las tarjetas de crédito vienen con un sistema nuevo de comunicaciones denominado NFC. Este sistema no es exclusivo de este medio de pago. En realidad nace como un sistema de intercambio de datos entre dos dispositivos (teléfono móvil, TPV, tarjetas, manos libres, ordenador…) de forma inalámbrica. Algo similar al Bluetooth.
Un medio de Identificación
Su uso está muy extendido como medio de identificación (las tarjetas de acceso a edificios, o para entrar en el bus) y obviamente como forma de pago. Los teléfonos ya lo incluyen, así como hay auriculares y altavoces que cuentan también con esta forma de conexión.
NFC significa Near Field Communication (comunicación de campo cercano). Osea, la comunicación se inicia una vez que ambos dispositivos están cerca el uno del otro. Os dejo a continuación un vídeo en el que lo explican «mil veces mejor que yo». 😉
Un sistema «cómodo» de pago
Una vez que esto ha quedado claro (eso espero) vamos a centrar un poco el tiro. Porque este artículo va de Tarjetas de Crédito. El NFC en estas tarjetas nos lo venden como un sistema más cómodo para pagar, y lo es realmente. Con él no tienes que insertar la tarjeta en ninguna ranura, ni pasarla por ningún lector. Solo la acercas al TPV de la tienda y listo. Para saber si tu tarjeta dispone de este sistema, basta con confirmar si viene impreso el símbolo de los «arquitos», parecido a la WIFI. De ahí el titular del artículo. 😉
Bien, hasta aquí todo normal. Pero… !Cómo me gustan los «peros»! Pues si, lo hay.
Hasta 20€ NO pide el PIN
El tema es que, buscando una mayor comodidad a la hora de efectuar los pagos con tarjetas que cuentan con NFC, si la cuantía a pagar es inferior a 20€ no hace falta confirmarlo con el PIN. Como idea comercial puede ser buena. Para qué vamos a marear al cliente con el PIN para arriba y con el PIN para abajo… Si al fin y al cabo está pagando un café, o una revista en el quiosco, o el ticket del bus urbano. ¡Ay, pero qué cómodos somos! Ya, pero esta comodidad esconde una trampa. Porque hasta ahora estamos pensando en que somos nosotros los que acercamos la tarjeta al TPV. ¿Pero y si es el TPV el que se acerca a la tarjeta sin nosotros saberlo? Me explico. Tu vas tan tranquilo «por la vida», con tu tarjeta NFC superchula en la cartera, y algún desalmado, que solo busca arruinarte el día, coge y acerca un TPV a tu cartera…
Échale un vistazo a este vídeo, antes de seguir.
¿Qué es lo que vemos en el vídeo? Pues la trampa de la comodidad a la que hacía alusión antes. Este tipo de forma de pago, al no solicitar la introducción del PIN para cantidades inferiores a 20€, deja una puerta abierta a que cualquiera que aproxime un TPV a nuestra tarjeta, nos pueda hacer ese cargo en la cuenta. Esto no quiere decir que todos los cacos lleven un trasto de estos en el bolsillo y que tengamos que devolver la tarjeta. Solo quiero destacar que cabe la posibilidad.
Vale Santi, ¿y qué solución nos das a tan negro panorama? Vaya por delante que se requiere una extrema proximidad. Vamos, que a un metro de distancia, ni a medio, van a conseguir contactar con la tarjeta. Es más, en la mayoría de los casos una tarjeta dentro de una cartera, y esta dentro de un bolso, ya es inaccesible. Si hacéis una búsqueda en Google seguro que encontráis mil y una fundas protectoras, o incluso podéis haceros una con papel de aluminio.
Bromas aparte. Si te incomoda el estar pendiente de esta característica de tu tarjeta, lo que tienes que hacer en ponerte en contacto con tu entidad bancaria y solicitar que te la desactiven. O más bien pedirles que en tu caso sea necesario poner el PIN para cualquier cantidad. Y asunto resuelto.